Una increíble sorpresa en medio de cerezos
Aniñón, uno de los principales productores de cereza de Aragón, guarda un tesoro espectacular, la iglesia dedicada a la Virgen del Castillo por estar construida sobre los restos de un antiguo castillo (de hecho, a la zona que está a sus pies la gente la sigue llamando "las almenas"). La torre es la parte más antigua del conjunto, pues tanto la iglesia (con un magnífico interior) como el muro de los pies son ya de un momento muy avanzado, el siglo XVI. Ese muro, precisamente, es uno de los exteriores más impresionantes del mudéjar aragonés, junto con la parroquieta de la Seo de Zaragoza, las iglesias de Tobed o Morata de Jiloca (las dos cerca de aquí) y algún otro. Es de una riqueza decorativa extraordinaria, y aunque es muy tardío (ya del siglo XVI, como decíamos, en pleno Renacimiento) conserva el concepto clave de la decoración musulmana, que recubre todas las superficies.