Roberto Gonzalez
La fe mueve montañas
Encaramado, como si tuviera garras de águila o fuera un nido de golondrinas, se encuentra este precios Santuario que es objeto y meta de peregrinaciones y también de paseos para aquellos que no buscan la paz espiritual de la religión sino la que proporcionan las vistas de que caen a pico sobre un vallecito boscoso y aislado que regala una estampa única en el país de los suizos.
Aunque hay varias maneras de llegar hasta el templo, como son dando un paseo desde la cercana Locarno y subir por la escalinata que se adorna con curiosas estaciones del Vía Crucis o en el funicular que llega hasta Orselina, recomiendo usar el coche, ya que con ello rentabilizamos más el tiempo que vamos a dedicar a visitar el templo.
Leer más
+40