Clásico en un sitio espectacular
Es un clásico en Cullera, y por su magnífica ubicación, nunca llegará ninguno de los nuevos hoteles que se están haciendo o se han inaugurado recientemente, a igualarlo.
El servicio es muy bueno, por personal que lleva décadas atendiendo a sus fieles clientes, la cocina muy recomendable, y la playa, con toldos y hamacas propias del hotel, de las mejores de toda la bahía.
Habría que modernizar sus instalaciones y decoración, todo hay que decirlo.
Cuénta con 116 habitaciones, y hay que tener muy en cuenta a la hora de reservar que la mitad de ellas dan a la carretera. Imprescindible es coger una suite de las que hacen esquina, o una habitación mirando el Mediterráneo.