Hotel Rural Camero Viejo

Laguna de Cameros es un pueblecito muy, muy tranquilo. El Camero Viejo es una hospedería enorme que está a la entrada del pueblo. Cuesta llegar, no os engaño, pero vale la pena.

La atención de los dueños es excelente, se preocupan mucho por tu comodidad y se desviven por cualquier cosa que te haga falta. Sus habitaciones son muy cómodas y luminosas, y están en completo silencio.

El pueblo es digno de ser visto, un lugar muy bien conservado con calles de mucho encanto coronados por una Iglesia muy trabajada.

Por la noche, saliendo un poco del pueblo, tienes la posibilidad de ver las estrellas, ellos mismos te proponen el mejor lugar donde verlo y te asesoran sobre si es o no un buen día para hacer una salida y verlo.

Un lugar para el retiro,sin duda,y la gente encantadora

Carolina,daño,volveremos a vernos,siempre nos quedará laguna de cameros y logroño jajaja

Hotel muy acogedor, regentado por una pareja encantadora, Carol y Dani, que te hacen sentir como en casa