Hotel cálido y acogedor situado en La Cerdanya, a menos de 2 km de la estación de esquí de La Molina y a 7 km de Masella.
Ideal para desconectar de la ciudad y disfrutar de la paz y tranquilidad que ofrece la montaña, tanto en invierno como en verano.
Vistas muy bonitas y bastante bien posicionado, pero bastante frío por las noches, al menos en mayo cuando fui.
El personal inmejorable por su amabilidad y humildad. Hotel que aceptan mascotas cosa que hizo que nuestra experiencia fuese perfecta al poder llevar en fin de año a nuestra mascota. Hotel muy familiar donde sueles repetir año tras año muchos huéspedes cosáis ya dice mucho del establecimiento. Muy cerca de pistas. Para mi es un sitio inolvidable.
El personal es lo mejor del lugar. A pesar de ser antiguo, está muy bien cuidado y limpio. Además está muy cerca de las pistas de la Molina. Realmente para el precio/noche está genial.
Simples pero acogedor y muy familiar personal muy agradable.