Roberto
Descubrimiento de un lugar estupendo
Se trata de un pequeño hotel muy encantador. Tiene la posibilidad de comer en su restaurante, que posee una terraza con unas vistas increíbles, la comida es casera y muy saludable. Tiene una carta bastante surtida con productos ecológicos y vinos de la zona. Recomiendo el chivo al ajillo.
Se puede pasar un día estupendo, en nuestro caso lo visitamos en el mes de junio y la piscina estaba abierta y por un módico precio puedes acceder.
Lugar totalmente recomendable. Volveremos.