Precioso hotel con servicio ruinoso.
Cuando asomé en la ultima curva tras la que aparece este precioso hotel me quedé con la boca abierta, aunque nada mas entrar en la habitación se me cerró.
Eran las tres de la tarde y mi habitación no estaba lista.
Mi viaje era en moto y venia desde Sevilla, 1000km hasta El Desfiladero de los Beyos en el parque Natural de Ponga y me tubería que marchar a hacer tiempo para poder entrar en mi habitación.
El pan era incomible, la ducha tiraba un chorrito que para el colmo una de las noches de las 4 que estuve salía fría. El baño viejo y una tv súper pequeña que tampoco funcionaba el primer día hasta que pedí que la arreglaran.