Maria Cabaleiro
COMO EN CASA
En ese rinconcito de Nicaragua encontramos un hotelito remodelado por un hombre mejicano que vivió muchos años en Europa, recién remodelado y muy limpio, Nos impresiono sobre todo el trato familiar que nos dieron. Los desayunos muy completos y como anécdota, el hotel tenia un puesto de venta de barbacoa, siempre recién hecha que estaba buenisima y se apetecia a cualquier hora. Recomendable y además muy bien de precio y al lado de la playa.