ANADEL
Hotel
Bajamos hasta el hotel con la maleta de ruedas desde la estación, como es todo cuesta abajo es fácil y bonito el recorrido, al revés debe ser más cansado.
Este hotel "vintage" como casi todos en el lago di Garda tiene lo bueno de su situación frente a este, un lujo desayunar con esas vistas, aunque esté la carretera en medio.
La habitación sin vistas, pero agradable, espaciosa, y reformada, resultó cómoda, y el precio no desorbitado como en muchos hoteles de esta deliciosa zona de veraneo para los italianos adinerados.
+4