Hasta el infinito y más allá
Un hotel sencillo con un personal increíblemente agradable y a tan sólo cinco minutos a pie de la catedral. Soñaba con que me dieran una habitación en la última planta para poder fotografiar los tejados de la ciudad y mis deseos fueron concedidos. Fotografiar las habitaciones de hotel por las que paso es parte de una serie de fotografía que estoy realizando y este es el idílico escenario que tuve.