fantástico hotel con Palacio del Agua
¡Qué pena no poder mostrarte fotos del interior del balneario o del Palacio del Agua. Para mi la segunda mejor experiencia de este finde por las Rías Baixas.
El hotel en sí es una pasada. Super confortable y con un servicio bastante atento y agradable. Pero el verdadero fuerte es su Palacio del Agua. Un circuito de aguas naturales (que provienen de un antiquísimo manantial aledaño) absolútamente increíble. Lo mejor del circuito la sauna con posterior baño en una piscina de aguas naturales que situada en una terraza a la INTEMPERIE. La situación fue la siguiente:
Entre roca y roca el señor Mauro Fuente; a su lado el siempre alegre y contento Sr. Pons, Jimmy Pons; y justo en frente el finés Lasse y un servidor. La gracia está en salir de la sauna, recorrer los 3 metros a 8º y meterte rápidmente en la piscina calentita de la que, lógicamente emana vapor. Al rato de estar hablando relajádamente se puso a llover así que imagina que momento más increíble.