Fue una grata sorpresa encontrar este...
Fue una grata sorpresa encontrar este hotel en Santiago de Compostela. Es un hotel de solamente 14 o 15 habitaciones, pero las habitaciones que nos dieron a las dos parejas que hicimos el viaje fueron una maravilla, totalmente de madera y piedra y con un diseño muy moderno. Las camas comodisimas, la atención en recepción fenomenal, tratando de explicarnos todo lo que podíamos ver de la ciudad. Estuvimos a media pensión y aunque no era bufet libre, a mi me gustó mucho. La comida era de diseño y te servian en la mesa, el desayuno era sencillo, pero el zumo de naranja era recién exprimido en el momento de pedirlo. Yo la verdad con un zumo como ese, un café, bolleria y un poquito de embutido con pan recién tostado para los más hambrientos, creo que es suficiente. Es un hotel de dos estrellas, pero os puedo asegurar que he estado en hoteles de cuatro estrellas que ya quisieran estar tan bien como este.