Barato y bien situado
Aviso a navegantes: esto no es un hotel de lujo. Se trata de un hostal como otro cualquiera, como los muchos que podéis encontrar en San Petersburgo, Moscú u otras ciudades rusas. Un "piso grande" convertido en refugio de backpackers con dormitorios de 4 u 8 camas, literas y, afortunadamente, varios baños y duchas (algo no tan común en el resto de hostales que he ido probando a lo largo del país, lo que hace que se originen unas colas impresionantes).
El Hostal Sabrina es, por tanto, un lugar modesto, pero tiene dos cosas a favor: el precio (11 euros la noche en habitación de 8 camas... no está mal tratándose de San Petersburgo) y la ubicación, a cinco minutos de la animada Plaza Sennaya, y a 10-15 de la calle Nevsky Prospekt, el museo del Hermitage, etcétera. No necesitaréis coger nunca el transporte público, y en San Petersburgo resulta muy fácil orientarse ¡sólo hay que seguir los canales! :P
Puntos en contra (por poner pegas): no dispone de ningún saloncito o zona con sofás o algún asiento cómodo para hacer algo de "vida social", leer o navegar en internet fuera de la habitación. Se puede ir a la cocina/comedor, pero está en el piso inferior y hasta allí no llega la señal wifi (si lo que queréis es navegar).