El número 2 de la Baixada de Sant Miquel
Este hotel está perfectamente situado allí para disfrutar del Barrio Gótico, y es donde se mueven principalmente a pie. Es una calle peatonal donde está ubicado, y por lo tanto se escucha todo el ruido de la calle justo al frente de la calle Avinyó, la cual está cerca, pero no se oye demasiado ruido tampoco.
En el hotel hay mucho personal que habla inglés e igualmente un poco de francés. Al llegar allí, se explica una leyenda según, la cual dice que este hotel era un hotel y así mismo un semillero de prostitución en los años 20 y 30.
Pablo Picasso era un pintor arruinado que para pagar su visita vendía sus cuadros a los gerentes.