Correcto pero ruidoso
El hostal Benamar tiene el atractivo de la cercanía a una de las zonas más famosas de Madrid, pero un serio incoveniente: La propia calle San Mateo, punto neurálgico de la marcha madrileña.
Si tienes la desgracia de tener una habitación que da a la calle directamente, ni los fuertes cristales hacen que puedas descansar. La calle San Mateo no duerme, y tu tampoco.
A parte de eso, hostal correcto, con una atención muy amable y excelente ubicación. Nuestras habitaciones daban enfrente del precioso Museo Romántico.
El hotel publicita que en las habitaciones hay ordenador, es cierto, pero nosotras no pudimos utilizar ninguno de los que teniamos en las habitaciones y además nos pilló con todo el edificio en obras por lo que teniamos toda la ropa, los zapatos, la maleta, de color blanco del polvo de la remodelación.