Marisol Navajas
En definitiva, muy pero que muy recomendable
En un paisaje dominado por los olivares y plagado de Catas de aceite de oliva virgen extra, en Almedinilla, provincia de Córdoba pero cerca de Jaén, se encuentra este alojamiento que Davinia y Raúl cuidan con esmero y te hacen sentir como si estuvieras en tu propia casa. Las habitaciones son coquetas y poéticas, en el sentido estricto de la palabra, ya que cada una tiene una poesía diferente escrita en sus muros.
Los desayunos esmerados y variados, servidos por los dueños que te van presentando cada uno de los platos. Y las cenas, muy especiales también, en un comedor coqueto, con sus braseros encendidos para paliar los fríos del mes de diciembre.
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