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Un edificio con más de 200 años con p...
Un edificio con más de 200 años con pasillos y no tantos vendedores como hubiera querido, pero es un mercado precioso que vale la pena visitar para echar a volar la imaginación. Este lugar ahora ya no recibe a tantos lugareños, quienes prefieren el mercado nuevo, pero a mi me fascinó. Ahí puedes adquirir bocadillos, frutos, flores y algunas regalitos, pero más que comprar, creo que es importante ir a recorrerlo porque es un sitio muy bonito. Apreciar desde su vieja entrada, hasta algunos grafitis que tiene por ahí. Los vendedores son amables y con gusto te cuentan detalles históricos del lugar. Definitivamente, es uno de mis mercados favoritos en Canadá.
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