No hay duda de que es uno de los...
No hay duda de que es uno de los mejores hoteles en los que me he alojado en Gran Bretaña. Para empezar, su situación es magnífica. En Grey Street, la mejor calle de la ciudad y la más bonita, y a la mitad de camino entre la zona comercial y Quayside.
Pero es que, además, el hotel está totalmente reformado. Es muy “cool”, bien decorado, de diseño.
Las habitaciones son enormes y fantásticas. La mía, de hecho, tenía dos pisos. Sólo un par de detalles: El check in se hace por la tarde, aunque te dejan dejar las maletas en el hall, y hay debajo un bar de copas, que además tiene bastante movimiento, así que si te dan alguno de los primeros pisos, se oye bastante el río.