el mejor mirador de Dublín
Está en la última planta de la visita a la Guinness Storehouse y se trata de un bar de planta circular cuyas paredes son cristales que te permiten tener una vista de 360º de Dublín. Un maravilloso punto final para este ascenso en la historia de la Guinness, además degustando con el precio de la entrada una de sus famosas pintas.