Grand Hotel Europa
Apareció delante de mí casi sin esperarlo. Había leído cosas sobre él, pero no lo imaginaba tan imponente. La impresión que me dió, antes de perder el aliento, fue el de un precioso paquete que guardaba un tesoro en su interior. Menos mal que tomé varias fotos antes, porque cuando entré e hice la primera foto, tuve que olvidarme de la cámara y disfrutar. Por unos momentos, las elegantes damas y los sobrios caballeros de principios de siglo XX volvieron a pasear por sus pasillos y a tomar el te en sus salones, la música del gramófono resonó en el vestíbulo y el mundo desapareció para mí....hasta