Un día de compras en Stone Town
Stone Town, laberinto de callejuelas que se suceden sin orden aparente, sinuoso escenario por el que desfilan personajes que pasean sin rubor sus burkas, velos, niqabs, chilabas, sharis, kangas, shorts e incluso sugerentes camisetas de tirantes, ciudad decadente cuyos edificios, algunos en alarmante proceso de descomposición, mantienen no obstante un aura de esplendor y opulencia que nos traslada a los tiempos del sultanato, crisol de culturas, etnias y religiones que han dejado su impronta en palacetes, mezquitas, iglesias, bazares y fortalezas, ciudad labrada en piedra y bellamente tallada en madera, enclave portuario en el que intuimos los hediondos olores a orín , heces, sudor y miedo que desprenderían –no hace tanto tiempo- los pobres cautivos que desde estos mismos muelles partían hacinados hacia un destino incierto, mercancía humana condenada a la esclavitud, olores que se mezclan con los evocadores aromas de exóticas especies : pimienta negra ,canela , vainilla, jengibre fresco, chiles y nuez moscada. La ciudad de piedra, todo un mundo por explorar, un universo por descubrir.