Enma
Te voy a pasar por el aro
¿Quién me iba a decir a mi que ese dicho tan popular venía de las gélidas tierras Noruegas?
Pues si señoras y señores, es más, tiene su leyenda, que se remonta a los tiempos en que las pastoras abandonaban sus hogares en verano para cuidar de los rebaños en la montaña y a la vuelta se las hacía pasar por aquí para verificar o no si seguían siendo puras y castas o si no.
Yo os aseguro que he estado delante de esta especie de aro que es bastante pequeño, las mujeres noruegas gracias a Dios son de tipo fino si no...
También servía para comprobar si dichas pastoras estaban o no en cinta, puesto que si no cabían se suponía que tenían un exceso de peso y se achacaba a un embarazo y por tanto a no llegar virgen al matrimonio.
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