Iker Ramírez de la Piscina
Un acogedor restaurante con una bonita terraza para comer al aire libre en verano y chimenea de leña en el interior para calentarse en el invierno. Amabilidad y buen trato, y unos bocatas que merecen mucho la pena tanto por su rico pan como por sus ingred
Un acogedor restaurante con una bonita terraza para comer al aire libre en verano y chimenea de leña en el interior para calentarse en el invierno. Amabilidad y buen trato, y unos bocatas que merecen mucho la pena tanto por su rico pan como por sus ingredientes (¡mención especial a los pimientos verdes!).
La única pega se la pondría al café, que no deja tan buen sabor de boca como su comida. Tienen también platos combinados, menú del día y carta, pero nosotros sólo hemos probado los bocatas así que del resto no puedo opinar.