Para los más cómodos..
O también para los que quieran vivir una mini experiencia de parque de atracciones. Y es que el funicular que nos sube hasta la Fortaleza de Salzburgo en menos de 2 minutos, salva una altura considerable, trepando por la escarpada roca que sirve de asentamiento al castillo.
Hay otra forma de subir y baja, andando, pero ya que el precio de la entrada, incluye el transporte,y que las escaleras no ofrecen un interés especial, aprovechemos el momento para ver como la ciudad se va abriendo ante nuestros pies mientras tenemos ligera una sensación de vértigo. Al bajar, antes de salir a la calle hay un pequeño museo sobre el Funicular, desde sus planos hasta sus continuas renovaciones y su relación con las canalizaciones de agua del Alm.