Fuerte de Galle

La ciudad de Galle está al sur de Sri Lanka, y es un lugar mucho más agradable que la capital, Colombo. Es una antigua ciudad colonial fortificada, que forma parte del patrimonio mundial de la UNESCO. Se descubre fácilmente a pie, en realidad una mañana basta para conocer la ciudad, pero puedes pasar dos o tres días explorando las playas y sitios de interés alrededor. Llegamos en tren desde Colombo, fue bien pero lento, Galle está a 100km de la capital, y el tren tarda como 4 horas, esto cuando no se atrasa, y se suele atrasar bastante. En la estación hay un montón de "guías" que van comisionados por los hoteles y te dirán que el que quieres está cerrado, o lleno...

El barrio colonial de Galle está casi en totalidad incluido dentro de las murallas del fuerte, o “Galle Fort”, construido por los holandeses a finales del siglo XVIII. Cuando llegas ahí, hay pocos coches, la gente va a pie o en bici, porque el barrio es muy pequeño, tiene tres o cuatro calles perpendiculares, y ya está. Es un lugar precioso, con el mar por un lado, una playita, su mercado, y los edificios administrativos de la región, como por ejemplo la corte de justicia. Recomiendo que pases dos o tres días ahí, hay un montón de actividades, pasear por las calles viendo los bellos edificios coloniales, entrar en las fábricas, los museos, las tiendas… pero también alrededor descubrir las playas, plantaciones de té y el manglar.

Pasear por las calles de Galle es muy agradable y relajante comparado con la capital. Galle es una antigua ciudad colonial que fue construida por los portugueses, ocupada por los holandeses y los ingleses, como punto estratégico en camino a las Indias. Las calles del casco histórico son una serie de cuadras bien geométricas, con casas bajas, en general blancas y con techo de tejas. Puedes visitar algunas, ahora convertidas en hoteles o restaurantes, pero la mayoría son casas privadas. El paseo te puede tomar un día entero, si te gusta fijarte en los detallitos, las antiguas tiendas, manejadas por

Lo que se llama fuerte de Galle es en realidad una gran muralla que abrigaba en la época colonial la ciudad entera. Ahora es una parte muy chiquita comparada con la ciudad moderna. Los portugueses son los que construyeron el fuerte, pero lo agrandaron luego los holandeses, en 1663, con una superficie interna de 36 hectáreas. Era un tranquilo puerto colonial que servía como parada para los barcos holandeses de regreso del oriente, cargados con té, especies y seda. El fuerte tiene varias partes reforzadas para su defensa en caso de ataque, aunque no fue destruido nunca. Ahora está en muy buen estado y parece que estás viajando en el tiempo cuando pasas la puerta.

Este fuerte de gruesos muros tiene mucha historia a sus espaldas. Obra de holandeses y portugueses, sus muros son tan fuertes que fueron capaces de proteger a la ciudad colonial del terrible tsunami de 2004. Hoy es un placer pasear sobre él, sobre todo al atardecer cuando parece que toda la ciudad haya acudido allí a disfrutar de la brisa del océano.