Un fabuloso chute de adrenalina
Cuando escribo un rincón sobre un lugar que he visitado, intento reflejar las emociones que me ha provocado, las sensaciones que he vivido y sobre todo busco compartirlas con quien me lee. A veces es difícil pero otras es lo más sencillo del mundo.
Y este es uno de esos rincones que casi hablan por sí mismos. Aunque las fotos apenas hacen justicia, y los vídeos ayudan, pero aún son incapaces de transmitir emociones, intentaré que mis lectores puedan vivir aunque sea una milésima parte de lo que disfrutamos en Forestal Park Tenerife.
Lo que pasa es que no es fácil decir lo que más nos encantó; si el amabilísimo recibimiento del personal encargado de recepción, con una acogida cálida y dispuesta a informarnos de todos los detalles del parque, los fantásticos monitores que en todo momento velaron por nuestra seguridad y nos ayudaron a que la experiencia fuera absolutamente gratificante e inolvidable, o el perfecto estado, disposición y originalidad de los recorridos propuestos. Es difícil decidirse...