Sofás rojos y buen WIFI
¿Por qué decidirse por el Flamingos cuando la calle Alta de Santander está llena de bares? Pues porque este tiene uno de los mejores cafés. Ni más, ni menos. Y porque este tiene WIFI y el resto a veces sí y casi siempre no.
El Flamingos, esa cafetería de toda la vida de toldo morado inconfundible, es un sitio agradable para tomar algo sin prisa. En su barra siempre hay alguien con ganas de cháchara y su camarera siempre tiene una sonrisa para el que traspasa el umbral.
Pero si no te apetece tener que charlas con alguien, pasa hasta el salón y siéntate en los sofás. Unos agradables sofás rojos en los que da gusto trabajar. Eso sí, por las mañanas, pues por las tardes no faltan niños que animen (e incordien) en el local. Es sito habitual de merienda para grandes y mayores pero, como abre hasta tarde, también de reunión para ver el partido.