Un mundo sin fin
Curiosa la estatua que preside la entrada a la Catedral de Vitoria. Un pensativo Ken Follet, que en medio de la gran plaza parece solitario, meláncolico.
Al acercarte, sorprende su aire de personaje mediático, de "porqueyolovalgo" ;-). Bromas aparte, la estatua, el entorno, y el conjunto de la Plaza configuran uno de los rincones con más encanto de la vieja Gasteiz.
Una vez acabada la visita-guiada a la catedral y en espera de la visita a la muralla, decidimos disfrutar de este bonito rincón e "intimar" con Ken. La verdad que hablaba poco, pero lo interesante es leerlo ;-).
Una gran figura literaria que ha dado fama internacional a esta bella ciudad, la cual, le ha recompensado con esta interesante estatua.