La primera bombilla eléctrica de América Latina
Este lugar tan típico de un lugar generoso en agua, aparentemente un simple balneario popular, encierra un pasado glorioso; resulta que Don Evaristo Madero, nada menos que el abuelo de prócer revolucionario Francisco I Madero, invitó a Thomas Alva Edison, amigo de sus nietos, a realizar pruebas para mejorar la bombilla eléctrica aprovechando un enorme depósito de agua que fue construido a mediados del siglo XIX llamado Estanque de Lobatón.
Y fue así que Parras de la Fuente, Coahuila, fue el primer pueblo de todo el continente americano en donde se encendió por primera vez un foco eléctrico y en contar con iluminación eléctrica. En reciprocidad, Edison colaboró con Don Evaristo Madero en la construcción de una planta hidroeléctrica que permitió iluminar al pueblo.