Ermita de San Antonio de la Florida

Un rincón que en tu viaje a Madrid no debes perderte es la visita a la Ermita de San Antonio de la Florida en Madrid. En ella podrás disfrutar de la cúpula y las bóvedas cubiertas por los famosos frescos de Goya.
Fue el primer encargo importante que tuvo el pintor después de quedarse sordo. Es un lugar poco habitual en las visitas turísticas pero que encierra una obra de arte impresionante.

Poca gente de la que visita Madrid sabe que además de ver los famosos cuadros de Goya en el Museo del Prado, tiene la oportunidad de poder contemplar otras pinturas muy diferentes realizadas por este gran artista.

Me parece un poco triste que muchos madrileños y turistas en general no conozcan esta joya que contiene los frescos de Goya, que además se restauraron hace poco. Aunque de arquitectura es sencilla, esta pequeña ermita es famosa por su cúpula cubierta con frescos del maestro, uno de mis pintores preferidos, dedicados a San Antonio. Es una obra de arte, como todas la pinturas de Goya y creo que es de visita obligatoria sobre todo después de no se hayan podido visitar durante mucho tiempo. Os recomiendo que os vayáis deteniendo en cada figura, en cada personaje porque descubriréis cosas muy curiosas, desde ángeles femeninos (muy raros en la época y en la historia del arte en general) a figuras desdibujadas más cercanas al expresionismo que a los autores contemporáneos del autor.

En este lugar descansan los restos mortales del gran pintor Francisco de Goya. Su tumba es custodiada por hermosas pinturas y una cúpula monumental hecha por el mismo. Tienen dispuestos unos espejos a los lados para que no pierdas ningún detalle de sus paredes y techo.

Es pequeña pero preciosa! Hay una pintura en la bóveda central que maravillosa. Dentro yace la tumba de Goya. Suele haber una guía que explica a grupos y una sala con un video en el que se explica la historia del templo. Recomendable.

La Ermita De San Antonio De La Florida incluye un conjunto pictórico que Goya pinto a finales del siglo XVIII. Si bien es uno de los mejores ejemplos del neoclásico madrileño, son los frescos de Goya los que hacen de la ermita de San Antonio una parada imprescindible en Madrid. La Ermita original fue construida frente a la fuente del abanico por orden de Carlos IV.
.