Cata de vinos manchegos en Toledo
Tengo que admitir que nunca he tenido en gran estima los vinos de Castilla La Mancha. Nunca, hasta visitar Enodiffusion, una pequeña tienda de vinos y sala de degustación en el casco histórico de Toledo. Entramos por un capricho y lo que nos encontramos fue una dueña con una pasión contagiosa y un nuevo concepto de los vinos manchegos.
Por 9 euros, pudimos catar 3 vinos acompañados por tapas de queso manchego y pates. Catamos un blanco y dos rojos, uno de los cuales era simplemente espectacular. El vino se llamaba Martúe, un vino de pago de pequeña producción que era alucinante. Tenía un olor tan diferente al de los vinos habituales pero la descripción más apta es la que nos dio la dueña: "es un vino que te invita a comer." Era todo un descubrimiento, ¡tanto que pedimos una botella del mismo el día siguiente en un restaurante!