El Refectorio

A pocos metros de la Iglesia de la Serpiente no hay que perderse el refectorio, en la que podremos contemplar una larga mesa para comer y bancos esculpidos en la piedra. Al final de la mesa, a los pies, hay una especie de abrevadero que solía servir para prensar las uvas y hacer vinos. Cerca del comedor también veremos una despensa con anaqueles excavados en roca y una cocina. Este refectorio mantiene la tradición de las primeras comunidades cristianas que, además de compartir los momentos de oración, también hacían actividades tan cotidianas como la comida en grupo. Para estos cristianos iniciales, la comida suponía un acto de comunión con Dios y un momento propicio para compartir su vida en comunidad.