Nos encantó
De Trujillo a Guadalupe, nada mas pasar Logrosan, nos encontramos con este restaurante con piscina y castillo hinchable para los niños. Habia muchos coches pero no se notaba que había mucha gente por sus 3 comedores separados.
Era domingo y el menú costaba 18 euros, nos pareció caro pero es verdad que no eran los tipicos platos de menú además luego vimos que llevaban mucha cantidad, aunque no nos arrepentimos de pedir una parrillada de carne por 14 euros que nos costo terminar (éramos dos). Cerveza y cola por 1,60.
Lo mejor llego después cuando nos dijeron que podíamos utilizar la piscina, con sus hamacas. Cogimos las toallas y bañadores del coche y a relajarse!
Calidad de comida excepcional, el trato muy amigable, a pesar de no comer de menú nos dijeron: "pasar al comedor que hace mucho calor y además con tu consumición puedes utilizar la piscina".