Vivir la Montaña
La locura de vivir, de vivir el momento y ser plenamente consciente de ti mismo y de lo que te rodea. Un estado salvaje sin supermercados, sin marcas de consumo, sin electricidad, sin transporte. No hay distracciones, solo calma, el paisaje te atrapa, viajas a través de sus montañas y te dejas llevar.
Hay lugares en los que expresiones como el estar ahí y ahora, alcanzan connotaciones mucho más elevadas, El Mulhacén es una de ellas.
Esta ascensión la hice acompañado por un grupo de amigos boy scouts el verano de 2014. Empezamos la caminata en las posiciones del Veleta en dirección a la Laguna de la Caldera. Un lugar increíble para descansar, comer algo y prepararse para la ascensión al Mulhacén. Para las 7 de la tarde alcanzamos la cima, donde hicimos noche.