El crecimiento desmesurado de Caracas prácticamente ha dejado el hermoso pueblo de El Hatillo rodeado de urbanizaciones y barrios, pero por suerte en cuanto uno callejea por sus estrechas calles el fragor del tráfico y el ruido de Caracas desaparece como por arte de magia. Es Monumento Nacional, y parte del patrimonio cultural del país.
Amo el pueblo del Hatillo, es un oasis de paz (aunque a veces con mucho tráfico) sus callecitas, fachadas coloridas y portones antiguos te hacen sentir muy lejos de la selva de concreto. Es fabuloso ir y comer fresas con crema o visitar sus estupendos restaurantes, bares o galerías de arte o sus tiendas de diseño. Cada cierto tiempo celebran las noches Hatillarte, una noche en la que todas las galerías permanecen abiertas hasta las 12:00 pm y el pueblo se llena de arte y creatividad nocturna.
Es un sitio que todavía te permite dar un paseo, la verdad es que sus calles estrechas que cada portal hay una tiendecita para poder comprar o un restaurante con típicas cositas para comer, lo hacen muy especial y tranquilo hay tiendas con pasadizos de un sitio a otro, se debe de visitar, vale la pena
Laguna de Unare ,Anzoategui.
