Una leyenda imposible
No hay duda de que es uno de los edificios más curiosos de la capital andaluza. Y no creo que nadie me lo niegue.
Las razones son obvias. Por un lado por su ubicación, en una de las rotondas de más tráfico de Sevilla, la de los Marineros Voluntarios, aislado, sólo, como un niño que estuviera esperando en el cercano paso de cebra para cruzar al otro lado y reunirse con los edificios que forman la plaza de América.
Por otro lado, su arquitectura, una de las piezas que forman el enmarañadísimo catálogo de variedades estilísticas de la ciudad de Sevilla, muestrario y cobijo de artes y artistas.