Historia y fe
No fue demasiado agradable, y quienes hayan leído mi rincón sobre Reyholt Fosshotel lo pueden ver, correr las cortinas de la habitación del hotel y observar que el paisaje que se nos presentaba era un cementerio. Y eso que yo siento una atracción especial por estos espacios tan peculiares.
Pero aunque cambiamos de cuarto, esta vez hacia la carretera, el cementerio y la preciosa iglesia que lo acompañaba seguían ejerciendo un magnetismo muy fuerte sobre mi, así que me acerqué a él y me dediqué a pasear entre las tumbas para quitarme el gusanillo de esa curiosidad que me aguijoneaba.
No es grande, ni siquiera tiene unos límites definidos, son sólo unas decenas de tumbas que parecen salir del césped que cubre todo el camposanto. Los cuerpos que descansan en esta tierra sagrada tienen mucho que ver con la historia de este enclave que según se dice es uno de los lugares más históricos de Islandia, sobre todo porque ser el lugar donde fue asesinado Snorri Sturluson, uno de los escritores de sagas islandesas más prolíficos de todos los tiempos aparte de un político cabal y de rectas convicciones.