Callejeando por Lisboa
Este año quería organizar algo especial para celebrar Nochevieja. No me motivan especialmente los cotillones y grandes fiestones... supongo que ya he ido a muchos y me he cansado de cenar con centenares de personas y hacer cola para pedir una copa.
Así que mi pareja y yo decidimos ir de viaje y pasar la última o primera noche del año en un lugar diferente, fuera de España. Pensamos en Marrakech, Berlín, Roma... pero ninguno de los dos había estado antes en Lisboa, así que reservamos nuestros billetes con Easyjet y allí nos plantamos.
La ciudad es realmente encantadora, con sus avenidas, edificios decadentes y una atmósfera relajada y cosmopolita. Es cierto que estaba plagado de españoles e italianos que habían tenido la misma idea que nosotros, pero, no obstante, no era agobiante el trajín de turistas.