Fede Pérez Ronda
Un paraíso natural.
Un paraíso natural, agua hermosa, playa de pasto y un paisaje excepcional.
Se llega caminando desde La Caldera, aunque la gente de ahí hace viajes pagos para llevarte.
En el dique no hay camping, no hay lugar para comprar nada, eso se hace en el pueblo.
Se puede ir a pasar el día (mucha gente lo hace) o te puedes quedar todo lo que quieras ya que nadie te va a cobrar estadía (eso si, acordate de llevar comida y agua, mucha agua, más si vas en verano)
Allí viví experiencia única con la naturaleza, lo recomiendo completamente!!!