Romántico alojamiento con encanto
El taxi que te lleva desde el aeropuerto de Marrakech al Riad ni siquiera puede dejarte en la puerta de Dar Balthazar. No olvidemos que estamos en la Medina, callejuelas estrechas por donde, en la mayoría, ni siquiera cabe un coche. La calle donde se encuentra situado Dar Balthazar es una de ellas, además está en obras así que la primera impresión al enfilar la calle con tu maleta y recorrer los 200 metros aproximadamente desde que dejas el taxi es…desoladora…¿dónde me he metido? piensas…
Por fin llegas a la puerta del Riad, llamas y te abre el personal que lo atiende sumamente amable y servicial, tienes que inclinar la cabeza para entrar por la puerta y eso que yo no soy muy alta y una vez que la atraviesas accedes a un espectacular patio con muchas plantas decorado al estilo marroquí, parece que has entrado en otro mundo distinto al de la calle. Te reciben con muchas sonrisas, un té moruno de bienvenida, te hablan en un francés perfecto y en un inglés con el que te puedes defender.