juan manuel pérez gómez
Si construyes no bebas
El pasado verano visite a mi hermano en Estrasburgo y nos dimos una vueltecita en el barco que recorre el río y entendimos a la guía la siguiente historia, y nos hartamos de reír. Hay una Iglesia que la mires de donde la mires tiene el final de la torre está doblado y es que parece que el arquitecto le gustaba hincar el codo, como ya no tenía remedio y el presupuesto estaba gastado decidieron no sólo no pagarle sino meterlo en el río en una jaula y esperar a que subiera el nivel del río. No se si la sangre llego al río, nunca mejor dicho jiji, o hubo perdón.