Nadie podría imaginar, que en el Alto ...
Nadie podría imaginar, que en el Alto Tajo, en medio de la nada, se encuentra una cueva de 300 metros de profundidad con un montón de gravados rupestres y un sin fin de historias que su guía, Emilio, te venta con devoción.
Dos malas noticias: Emilio no permite fotografiar el interior. La segunda de las noticias es que Emilio se jubila el martes y aún no hay ni guarda que le sustituya, ni futuro cierto para esta cueva.