Cudillero

Luego de recorrer el paisaje abrumador y salvaje del Cabo de Vidio, Cudillero me pareció lo más parecido a un acogedor nido. Encajonada entre las faldas de verdes montañas, la villa es un racimo de casas rojas, blancas y azules que se aprieta asomado al mar. Cudillero está hecha para andar. Por más que hay un parking en el puerto nuevo, nada mejor que aparcar el coche apenas dejas atrás el pueblo de El Pito y bajar a pie por su calle principal. Entonces la descubres poco a poco. Las callejuelas que bajan de los montes, se convierten, ya alrededor de la antigua lonja de pescado y el Ayuntamiento, en empinados pasadizos y escalinatas que parecen nunca acabar.

El pueblo mas bonito desde abajo del mundo...
Digo del mundo, por que soy muy exagerada, por lo menos para mi lo es...
Y digo desde abajo, por que reconozco que el pueblo en si, osea calle a calle, es muy bonito pero hay muchos rincones que no los han cuidado tanto como deberían , ya que Cudillero se trata de unos de los sitios mas visitados del principado, y hay muchas casas derrumbadas, y calles, feas...no como en otros pueblos de Asturias, pero en si es muy bonito y desde abajo sin duda el mejor...
Las vistas desde la plaza de abajo del pueblo es espectacular, de película!!!
Fue

Cudillero no es llegar, aparcar en el puerto, llegar al "anfiteatro", sacar la foto de turno y listo. El "anfiteatro" son las casas colgadas de colores por entre las cuales hay que callejear, subir a los miradores, que te cuenten los marineros sus experiencias, como cuando hubo vikingos, su dialecto el "pixueto", l'Amuravela, la merluza "del pinchu",.... Tantas y tantas cosas por ver, fotografiar y contar... En la oficina de turismo os informan y además se puede contratar una visita guiada con guiastourasturias, contactando con un chico que se llama Hugo y que en una hora oa hará disfrutar del pueblo como nunca. Podeis contactar con él a través de la oficina de turismo. También podeis hacer el recorrido por vuestra cuenta siguiendo una barandilla azul que llega al mirador de la espera, donde las mujeres esperaban la llegada de sus marineros para ver si regresaban con vida.

Precioso pueblo pesquero, una experiencia muy peculiar el conocer este lugar, aunque es la segunda vez que lo visito, la primera hace 13 años, no deja de sorprender su particular núcleo urbano sin menosprecio de sus preciosos alrededores, han sido tan sólo 5 días que saben a poco. Dejo una pequeña muestra de lo comentado.

Es un pequeño pueblo pesquero con estrechas calles y que parece que cuelga de la montaña. Tiene un pequeño "anfiteatro" de casas de colores que visitado a diferentes horas del día se ve diferente. Cuentan que las casas están pintadas en función de los colores que llevaban las embarcaciones de sus propietarios.

Es bonito hacer cualquiera de sus diferentes rutas: el recorrido de la espera, paseando por los barrios pesqueros o la ronda de los vigías. Cualquiera de ellas no os dejará indiferente. Además por 2 euros podéis contratar una visita guiada en la que os explican la cultura, la historia y, cómo no, pequeñas historias del pueblo.