Victoria Salmerón Santos
¡Una parada obligatoria!
Este restaurante nos lo recomendaron unos amigos y la verdad es que no nos encantó. El sitio está enteramente decorado con botellas de vino, y la cosa más peculiar es que se pueden degustar los vinos directamente del surtidor escogiendo la cantidad deseada.
Tienen tres menús degustación deliciosos, especialmente las carnes y el puré de patatas. Todo en general muy cuidado y de calidad. Ojo solo con los vinos porque algunos son caros, aún así vale la pena.