Es el último convento de clausura que ...
Es el último convento de clausura que queda en Arcos de la Frontera, dirigido por la hermana Encarnación del Pilar Serrano Ayants, superiora de una pequeña comunidad de nueve religiosas.
Pertenecen a la orden de las Mercedarias Descalzas y su presencia en este lugar comenzó en 1642 cuando la Cárcel Vieja fue reconvertida en monasterio gracias al patrocinio de Doña Beatriz de la Calle y Natera. El edificio no se hallaba en muy mal estado pues procedía de los inicios del siglo XV, cuando Arcos es tomada por las armas y los duques disponen la creación de un presidio.
Está en uno de los rincones más típicos de la Villa. Una vez situados en el patio de armas del castillo, la Plaza del Cabildo, desde donde podemos contemplar gran parte de la campiña, muchos toman el camino de vuelta sin darse cuenta de que el Arcos viejo no es el que se puede contemplar cuesta arriba. El Arcos de las calles Corredera y Bolaños es el más reciente, el originado por el crecimiento demográfico en las fases finales del medievo. La ciudad vieja queda un poco más adelante, junto al Castillo. A pocos metros del mismo se halla este convento de aspecto barroco.