Las historias le dan a los viajes un...
Las historias le dan a los viajes un matiz muy particular. Camino a la Comarca de los Pueblos Negros de Guadalajara, me detuve en una venta a la entrada de Cogolludo. Acababa de ordenar el menú cuando mi vecino de mesa comenzó a darme charla. Entre una cosa y otra, me preguntó si ya había visitado el pueblo. No, no lo había visitado, y la verdad es que tampoco tenía planeado hacerlo. “Cogolludo es el pueblo donde nació Cristóbal Colón”, dijo solemne. Lo miré sorprendida, y porque el hombre no tenía aspecto de trastornado y me caía simpático, lo dejé hablar. La historia que me contó resultó intrincada y novelesca, y el protagonista, hijo natural de una dama de alcurnia y criado ‘a escondidas’ en un convento del pueblo, no era otro que el gran navegante. Pero eso no fue todo: Para rematar su relato, el hombre me señaló una noticia de un diario reciente de Cogolludo. Con un enorme titular, ésta avalaba –como una teoría, claro- lo que me acababa de contar. La historia me había disparado la curiosidad. Terminé de comer, me despedí de mi vecino y en vez de subir al coche comencé a trepar hacia Cogolludo.