Expropiados a Rumasa
Los Claustros de Santo Domingo son los restos de un antiguo convento dominico levantado sobre una fortificación almohade en el siglo XIII, que fue ampliándose con el paso de los años. Esta joya gótico-mudéjar comenzó a construirse en el año 1436, concluyendo su construcción 159 años después.
La desamortización de Mendizábal supuso en 1835 la expulsión de los dominicos y la venta civil de dicho espacio, que pasó a manos privadas. Curiosamente, hoy es propiedad municipal, después de que el consistorio se lo embargara a la empresa Rumasa, propiedad de Ruiz Mateos.
El claustro, de dos plantas y estructura cuadrada, concentraba la vida diaria de los frailes. Es un enorme patio central de 7.000 m2 que sirve de distribuidor de las principales dependencias monacales: dormitorio alto, dormitorio bajo, refectorio, oratorio de Diego de Ribadeneira, confesionario y sala Capitular. También forman parte del complejo visitable la puerta almohade (siglo XIII) y la puerta de gracias (siglo XVI).