Pasión por el chocolate
La calle Petritxol es bastante famosa en Barcelona, es una calle estrecha con mucho encanto. Fue la primera calle únicamente peatonal de la ciudad (1959) y está llena de pequeños comercios, galerías de arte, y sobre todo un culto al chocolate.
La cafetería Dulcinea es el máximo exponente, una chocolatería de las de toda la vida, con un ambiente agradable y un servicio rápido. En invierno es difícil encontrar sitio a la hora de la merienda.
Los precios son razonables, ni caro ni barato, pero la calidad de sus chocolates convierten a Dulcinea en el lugar preferido para tomar un