Sudor con Aroma a Chocolate
Desde antes de llegar a la fábrica de chocolate Flor de Birongo se siente el aroma del dulce pecado calórico. En la puerta Mercedes Zamora, Leonel Cardoza, Lupercia Blanco y otros cuantos socios de los 19 que conforman la cooperativa reciben con una sonrisa al visitante.
La idea es hacer un tour por las instalaciones, contar como se producen los bombones en el centro de estas paredes y revivir orgullosos el camino que los llevo por nueve años de lucha y esfuerzos. Mercedes cuenta que desde que se conocen siembran el cacao, pero antes lo vendían a los extranjeros y ellos les compraban lo que querían y al precio que querían. Empresas Polar a través de su fundación les dio las herramientas para sentar las bases de una negocio exitoso, un suizo vino y les dio los cursos sobre bombonería, así iniciaron el experimento en casa de Lupercia, “empezamos con un cuarto de kilo” dice Mercedes “yo dije vamos a arriesgarnos, ya van a ver que antes de llegar al puente van a estar vendidos esos chocolates, y así fue”, ríe esta hermosa barloventeña. “Y eso que no teníamos el paladar tan exquisito que tenemos ahora”, apunta.