Javier
Un lujo para el paladar
Paseando por la Gran Vía de Majadahonda descubrí este local y ya sólo con verlo desde fuera me llamó a entrar en él, cuando ves eses ventanales, esa terraza y el ambientazo que hay dentro es cómo si te obligaran a entrar a ti también aunque no tengas ganas de tomar nada.
El local está muy bien iluminado porque es alargado y toda su fachada está llena de grandes ventanales. Siempre se encuentra impecable, incluso las copas brillan de lo limpias y cuidadas que están. En este sitio podemos encontrar mucha variedad tanto de vinos como de comida y a buen precio.
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